La Hiedra del Diablo
Story 1 in the "Hiedra" series
This story is in Spanish.Click here to read the English translation.
I
-3.500 días después de abandonar la órbita terrestre- registraba Helena en la computadora del Centro Médico- Hace días que no tenemos ninguna novedad. Las nuevas instalaciones están prácticamente terminadas. Se han agregado tres apartamentos más y John ha decidido que en la sección de hidroponía, rodeada de plantas exóticas y flores hermosas que nacen bajo el agua termal y tibia, irrigada por el sistema de propulsión, se construya una fuente para entretención de los&nbrido siempre vendrá conmigo y su hija". "No creo que las flores en el pelo de Afrodita, sea precisamente lo que mirarán y la lanza de Diana, tampoco. ¡Si están completamente desnudas!"," ¡Qué esperas si el gestor de la idea fue un hombre!" - fin del mensaje.
Helena rió al pensar que las mujeres alfanas tendrían un ataque de celos, si supieran que John, había encargado a Maya y a Sandra diseñar la obra, según lo que estimaran más adecuado. Cuando ella miró los bosquejos, nunca imaginó el pudor que existía en Alfa y asintió en la construcción, tan entusiasmada como sus amigas.
Continúo su trabajo, revisando los archivos médicos de los últimos pacientes e irruptamente se abrió la puerta principal. Volteó asustada; ya que a las 1.600 HRS. (10:00 de la noche) poca gente ingresaba de esta manera. A contraluz divisó el rostro blanquecino de Maya y un fuerte olor a eucalipto. Su pensamiento fue rápido y la acción de Maya se lo&nb
¡Dios que desagradable es esto, me siento tan mal!- exclamó la psicon.
-Seguramente estás embarazada de nuevo y no me mires de esa manera porque sabías que podría suceder. Antonia tiene un año y medio y conociendo a Tony, más de algún impulso le habrá provocado el diseño de tu escultura- refutó Helena.
-Sólo de pensar lo que me pasará, me siento peor...pero eso no es de importancia, ahora-
-¿Te molestaría hacerte los exámenes en este momento para salir de dudas?- inquirió Helena.
-No, prefiero dormir tranquila para darle la noticia a Tony que será padre por segunda vez-
Maya se recostó en la camilla y separó sus piernas. Helena tomó muestras del líquido amarillento que lubricaba la psicon cuando mantenía relaciones sexuales con su marido. Sus genitales diferían a los de las mujeres, pero asombrosamente se percató de la nueva morfología que estaban adquiriendo. Su pubis estaba exenta de manchas, sus labios se habían engrosado y su vagina e
-¡Helena, ¿qué sucede? Nunca te habías demorado tanto en tomarme el examen!
La doctora que le indicó que se vistiera y fuera a la sala de espera médica. Maya sospechó que algo andaba mal, enmudeció y sus ojos se llenaron de lágrimas. Quería ansiosamente ser madre de nuevo y no causarle ninguna pena a Tony, pues cada día lo amaba más y Antonia era el ser más hermoso de la base. Sus grandes ojos azules, loora, tomó sus manos y le dijo que todo era normal. Aproximadamente tenía dos meses y el bebé estaba bien, excepto que... e interrumpió el diálogo guardando silencio. Su mirada le indicó a Maya que le anunciaría una mala noticia. Entonces, Helena lanzó una carcajada y le dijo:
-Creo que me he contagiado con el humor sarcástico que existe aquí. Te asusté...no. En todo caso no sé que pensarás, pero tus genitales ya no son exclusivos en esta base-
-Helena, empiezo a molestarme. Por favor dime que pasa-
-Bienvenida. Eres una mujer terrícola de carne, hueso y ahora- Helena no podía contener la risa- y ahora- prosiguió- de genitales... me tomé un tiempo porque tu morfología reproductora es igual a todas las mujeres de esta base. Tienes vulva, vagina y el clítoris se está formando. Creo que tus cigotos se han convertido en óvulos y tendrás
un período menstrual como todas nosotras. Realmente eres un camaleón, querida amiga-
Maya se llevó las manos a su rostro y comenzó a llorar. Su interlocutora tenía razón al pensar que la noticia no sería tan buena después de todo es difícil decirle a alguien que su cuerpo está cambiando y menos en las circunstancias que había vivido su compañera en el transcurso de cuatro años. Se sintió afligida por su mal tino erta.
-¡ ¿Por qué me ha sucedido esto?!...mi hijo...mi hijo...será...¿cómo lo explicaré, ya no les serviré a ustedes...
La embarazosa situación se vio interrumpida por el jefe de seguridad que sostenía en sus brazos a su hija. Atónito no se explicaba la escena. Antonia dormía en su regazo y balbuceaba ¡mam...mamá! Era muy perceptiva y el movimiento nervioso y rígido de su padre la despertó.
-¿Qué sucede, Maya por qué estás llorando? Antonia comenzó a llamarte. Entonces me di cuenta que no estabas durmiendo... Helena me puedes explicar esto. Al menos tú me podrías decir que pensaría John si a las tres de la madrugada no te encontrara sin ninguna explicación.. Él sabía que trabajarías hasta tarde, pero no con Maya- dijo Tony con ironía y&n
Su mujer hizo un esfuerzo extremo por controlar sus lágrimas.
-Vamos, Tony. Lo lamento, nunca pensé que demoraría tanto-inquirió Maya.
Antonia extendió los brazos hacia su madre, pero Tony la sostuvo fuertemente, retirándola de ella. Enarcó las cejas y su rostro reflejaba indignación. Su postura les indicó a las mujeres que no saldría de allí sin una explicación. Con una mueca de desagravio, se sentó al borde de una silla. Colocó a su hija en las rodillas y miró a su mujer
-Te estás descontrolando y eso no me agrada- afirmó Maya.
-Mañana, sería mejor entrar en explicaciones. Hablaré contigo Tony- intervino Helena.
-¡ No, Helena es ella quien me debe una explicación o mejor dicho una conversación; sie esque se puede sostener a las dos de la madrugada con una mujer que sólo llora! - refutó Tony.
_¡ Estás, siendo muy injusto e impertente- gritó la doctora - tranquilízate, te lo exijo -
Tony, se levantó abruptamente y afirmó a la niña entre sus brazos.
¡Te espero en el dormitorio!- INCREPÓ A Maya, clavando su mirada, directamente a sus ojos.
Helena, notó cierto nerviosismo en su compañera, después de este confrontamiento con su marido. Luego, serenándose le dijo:
-Lo peor que puedes hacer es demostrarle temor. Algo sucede con él. Dame un poco de tiempo y averiguaré que está ocurriendo. Ahora vete y explícale lo que pasa, pero escúchame- Helena tomó el rostro con firmeza de su compañera- ¡Muéstrate fuerte como siempre lo has sido, sino la batalla está ganada!-
Maya, siguió por el pasillo tres y dobló hacia su departamento, ubicado en la parte central de la base. Caminó y al girar el último pasillo divisó a Sheermen que corría a las dependencias, donde dormían las mujeres. No era común algo así, pero en su mente se confundían sus emociones, las palabras de Helena y la reacción de Tony. Pensó que&
Una enorme furia la invadió, apresuró el paso y apretó con fuerza el interruptor. Atravesó el pequeño living y entró en el dormitorio. Comenzó a hablar, pero se detuvo cuando observó a Tony durmiendo y desnudo en la cama. La temperatura del cuarto era de 45° Farenheit y el aire acondicionado no funcionaba.
Asustada lo sacudió para que despertara, sin medir el efecto que podía provocar en él. Todo indicaba que estaba desvanecido por el calor.
-Tony, despierta ¿qué sucedió, estás bien?-
Él se movió somnoliento e incorporándose sobre sus fuertes manos, abrió lentamente los ojos y no se percató de lo que sucedía, parecía haber olvidado todo lo acontecido.
-¡Qué diablos te pasa! Estaba profundamente dormido. ¡Cada día estás más demente!
Ella lo abofeteó con toda su fuerza y su palma dio de plano en el rostro del hombre. Tony la tomó con una fuerza y forcejeando bruscamente la tiró contra la puerta. Maya pateó su estómago y se retorció de dolor. Empuñó su mano y le pegó a la mujer hasta que sangró. La psicon, desesperada y cubriendo su rostro, activó la alerta&nb
El comandante y Allan ingresaron rápidamente y al ver a Tony desnudo y a su esposa sangrando, les indicó a los guardias que lo apresaran. Tony se abalanzó contra ellos, dando puñetazos y patadas. Ambos hombres presionaron sus brazos, pero era inútil, su furia sobrepasaba lo humano.
¡Llevénlo a confinamiento! - ordenó el comandante.
Dos guardias más, habían concurrido en ayuda de sus superiores y personal de seguridad, pero la musculatura de Tony se había desarrollado de manera impresionante.
Helena sacó un calmante de su botiquín, mientras el oficial de seguridad se contorsionaba y convulsionaba para escapar de sus verdugos. Los bufidos animalescos que emitía eran alarmantes y John le indicó que se apresurara para actuar. Ella introdujo la aguja y el vallium no tardó en hacer efecto. Tumbado y completamente inmóvil, yacía en una contorsión que indicaba la
La dotación de emergencia, llegó con prontitud y cubriéndolo con una sábana lo acostaron en la camilla.
Maya, en estado de schock se aferró al metal de las rejillas que colocaban como protección, en estos casos. Tomó del brazo al comandante y le suplicó que no lo llevara a confinamiento, pero el jefe fue categórico y le sugirió a Helena que se fueran con Antonia. La pequeña estaba aferrada a un oso de peluche, mirando la desgarradora
la doctora incorporaba a Maya que estaba de rodillas junto a su esposo. Luego, abrazó a su hija y abandonaron el cuarto, rumbo al Centro Médico.
La temperatura a esa hora, cerca de las cinco de la mañana, era de 46,7° y los termómetros digitales de manera intermitente mostraban la luz roja.
El médico Spencer Talbolt curó las heridas de su paciente y le administró un antinflamatorio, vía intravenosa; desdobló los apósitos, y aplicó un líquido, parecido al metapío en cada lesión, cubriendo el ojo derecho, cerca de la sien, mejillas y el mentón. Helena se dedicó a monitoriar al bebé, sus pulsaciones y estado general. Con suerte se encontraba en perfente.
- ¡Sí, es muy sensible al calor. Recuerdo que esa impresionante energía solar que invadió Alpha, fue el primero en alivianarse de su ropa. Bebía agua cada cada diez o quince minutos y sus nervios se fueron debilitando...! ¡Sí, es sensible y lo amo!
Spencer llamó a Helena y le susurró al oído que quizá la demencia de Maya no sería breve cuando se enterara de una conversación que Tony sostenía con Shermen anteayer. Él tenía abrazada a la muchacha y le acariciaba el rostro, mientras ella lloraba y le decía: ¡Sé que terminaremos mal. No tardarán mucho en enterarse!
- Después me alejé, ocultándome detrás de la computadora del pasillo central. Nuestro jefe de seguridad debe tener más de alguna explicación y me imagino que traerá problemas- terminó, diciéndole.
Al administrarle el calmante vía intravenosa a Maya su nerviosismo se hizo evidente, pero la mujer continuaba en mal estado, murmuraba incoherencias y comenzó a temer por el bebé. Spencer la ayudó a bajarla de la camilla y tenderla en un de las camas del Centro Médico. Chequeó sus signos vitales y observó que una ligera variante en la presión y &
El conmutador de la puerta, sonó fuertemente. El comandante estaba de pie con un rostro incrédulo y triste. Se acercó a los médicos y preguntó por el estado de su amiga. Boquiabierto, entendió que su pregunta estaba demás, pues ella dormía intranquila con la mano en su vientre, sus dientes chirriaban en un continuo y desagradable sonido y sus golpes eran aún &nbs
-Debe descansar. Animícamente está destrozada- aseveró Helena.
-Yo, tampoco tengo buenas noticias de Tony. Recobró el conocimiento y le dio un puñetazo a Allan. Fue una pelea espantosa que sólo detuvimos con amarrarlo en confinamiento- dijo compungido y agregó-¡ jamás, pensé que esto sucedería!
-Nadie- interrumpió Spencer. Te aseguro... Helena clavó su mirada en el hombre, suplicándole con ella la más absoluta discreción de lo contado. Rápidamente cambió el tema de conversación y advirtió lo necesario de un descanso.
II
Shermeen subió al túnel de transportación y pulsó el botón de partida. Al menos, diez segundos se demoró en llegar a su destino, asegurándose de ir sola y reisar a través de la pantalla que nadie merodiara a su alrededor. El transporte se detuvo frente a confinamiento y descendió a hurtadillas. Un guardia la esperba a la salida y la condujo
-¿Todo marcha bien?- preguntó Sheermen.
-Hasta ahora como lo habíamos planificado- respondió Tizillini
-Entonces la droga, dio resultado-
-El alucinógico, tal como pensabas, alteró su sistema nervioso y su racionalidad- advirtió el hombre, esbozando una sonrisa.
-Debemos tener cuidado, Spencer sospecha algo y si descubre lo planeado, nuestros planes están arruinados- continuó Sheermen.
El segundo guardia se acercó a la pareja y con voz agitada les explicó que Tony estaba recobrando la conciencia. Apresuraron el paso y escucharon que debilmente el jefe de seguridad pedía agua. Estaba empapado de sudor, amarrado de pies y manos y las magulladuras, cubrían su cuerpo.
-El comandante, estaba presente cuando nos vimos forzados a pegarle- inquirió el segundo guardia.
-¡Lo hicieron muy real, demasiado...les dije que no lo maltrataran!- masgulló Sheermen.
-¡Fue...!-
-Tizillini, escúchame, tú sabes lo que me propongo y entre esos planes no está herir a Tony, ¿quieres que te lo repita y le diga a Picar que te deje así? - aseveró, con sarcasmo; la mujer.
- Lo siento, señorita- advirtió el guardia.
Tony, comenzó a quejarse con más fuerza y zafarse de las amarras. De nuevo, comenzaron las contorsiones e ira.
-Dejenme, sola con él- indicó Sheermen.
-¿lo vas a disfrutar a solas? - rezongó, burlón Tizillini.
-No seríamos un trío, idóneo para Alpha-
Los hombres, abandonaron el cuarto y permanecieron en sus puestos de vigilancia. Sheermen, sacó un folleto del bolsillo de su pantalón y con el dedo índice, abrió el librillo hasta llegar al título que indicaba: "plantas mortíferas". Ella había escrito este manual para su exposición de botánica y recordó como había ideado su plan, releyendo su más connotada especie.
"La hiedra del diablo, es una planta que se puede cultivar en interior. En su crecimiento va formando una enredadera alrededor de la superficie que se destina para su desarrollo. Los romanos la preferían para la fachada de sus casas con pilares y adquiría un color rojizo, antes de dar frutos. Período, más adecuado para extraer su savia y provocar e
Al pie de las indicaciones se leía: Requiere poco agua, resistente a las variaciones climáticas y es altamente peligrosa si se bebe su savia antes del florecimiento primaveral. Sus efectos colaterales son alucinaciones, convulsiones, alteración en el sistema nervioso central y cerebelo. Es causa de muerte consumida en grandes dosis y requiere supervisión médica al administrase, vía cutánea."
-No necesitas supervisión médica, nuestra doctora me ayudó más de lo que piensa al sacar la jeringa de su maletín- se dijo irónicamente, Sheermen; mientras acariciaba el cuerpo de Tony de forma lasciva y demencial. Apretó con fuerza, ambas manos en el rostro de su prisionero y acercó su boca para besarlo. En ese momento, él recobró el conocimiento
-¡Sheermen, ¿qué te propones?!- le dijo, mostrando una mueca de dolor y desagravio- ¡¿dónde está mi hija y Maya?!, desátame enseguida o haré que pagues, severamente tu locura-
-Das por echo que la torturada mentalmente, soy yo. No estás en condiciones de negociar, ni menos a cambio de ese dúo. ¡Sabes! respondió, apretando el cuello del hombre- los negocios los manejo yo y nadie intervendrá en lo que te quiero proponer.
A continuación, Sheermen le mostró un frasco café, dentro se podía distinguir un líquido violáceo, lo abrió y se lo acercó a los labios. Intentó que Tony oliera el líquido con penetrante aroma de alcohol, pero su víctima hizo lo imposible para alejarse de el, cubriendo su cara con su brazo y protegiendo las cavidades nasales. La mujer, entró en deses
ímpetu que demostraba su contrincante era superior a su fuerza física. Con los brazos extendidos sobre el torso de él, sus lágrimas brotaron cuando se percató de la derrota. Ella, siempre se mostraba benevolente ante los demás, compañeros y amigos; sin embargo a lo largo de estos años esa complacencia, se transformó en un torbellino de ideas que acrecentaron el&
- ¡Estás, muy reticente a mi cariño!. Hasta hace dos días no me rechazabas. Parece que cambiaste de opinión... te advertí que algo drástico haría si no aceptabas estar conmigo para siempre...¡hasta que la muerte nos separe! - recitó Sheermen como si leyera una frase que había repetido mil veces. Tony, entonces confirmó que ella hablaba más en serio de lo &n
ÉL comenzó a sentir que los efectos disminuían en su organismo y podía pensar con más racionalidad. Sus respuestas significaban la vida de su familia y amigos, pues Shermeen estaba presa de la paranoia y la demencia. Su reacción, sería tan violenta como la ira que él había presentado. De aquello, no recordaba mucho, salvo los gritos de su esposa que&n
-¡Tú dirás!- sentenció, la voz de Tony con furia.
-Es simple. Sólo debes pedir en mantenimiento, acceso a los conductos del agua. Dentro una persona te contactará y podrán mezclar esta droga con el agua que abastece a Alpha. Me cercioraré que reciban lo suficiente para que no sospechen de que tiene otro componente. Cuando la droga se mezcla con las propiedades de este líquido vital adquiere su mismo color.
-¡Estás olvidando lo más importante! - bociferó el jefe de seguridad, interrumpiendo el éxtasis de Shermeen.- ¿cómo saldré de aquí?
-No te preocupes. En mi plan no hay cabos sueltos-
-Excepto, tú. En tu cabeza debe haber, más de un cabo suelto- replicó Tony, con ironía.
-Siempre dije que eras un hombre con un gran sentido del humor y no me equivoqué- respondió, la botánica, sonriendo. Acercó sus labios a Tony y lo besó. Esta vez no fue rechazada, pero el propósito era el engaño.
Luego, abandonó el cuarto y le comunicó a los guardias su primer triunfo.
Giró sobre sus pies y les guiñó el ojo.
_ Necesita, más medicina.
Ellos, entendieron el mensaje y se dirigieron hacia adentro.
III
Al día siguiente, Maya despertó sin saber donde se encontraba. Al rato distinguió las camas del centro médico y sus implementos. Inmediatamente relacionó todo y enseguida pensó en Tony. Dentro de su inconsciencia escuchó al comandante, decir que su esposo había reaccionado en forma violenta y fue amarrado en confinamiento. Se incorporó abruptamente y sintió una punzada en su &nb
Sandra, cortó la comunicación. Tomó unos papeles y apresuró la marcha. Allan le gritó: ¡¿adónde vas?!- "tengo cosas pendientes". La perplejidad con que todos se miraron, evidenció que no iba a solucionar problemas de trabajo.
Entró en el centro médico y alcanzó a sostener a Maya, sus manos estaban ensangrentadas y sudaba copiosamente. El camisón estaba salpicado de sangre y Sandra al tocarle el vientre, ella gritó: - ¡me duele mucho!- Sandra, temblorosa la ayudó a sentarse.
- Debes tener síntomas de pérdida. Helena me contó todo...-
- Antonia, ¿dónde está? Quiero ver a mi hija...- dijo balanceándose para aliviar su agonía.
- Ella está bien, pero no te preocupes por eso ahora, llamaré a la doctora-
-¡No!, llévame a confinamiento- suplicó Maya, enterrando la uñas en el brazo de su amiga.
La psicon se levantó, utilizando todas sus fuerzas y aferrándose a su compañera. La sangre seguía fluyendo y Maya tenía sus piernas, levemente abiertas. Con un gesto de firmeza, Sandra se negó rotundamente, pero ella dio un grito que retumbó como el alarido de un animal herido y con más fuerza le exigió que la obedeciera. La jefe de comando la &n
Cuando bajaron la tortuosa escalera que conducía a la celda de confinamiento, reforzada con electricidad y dos guardias, Sandra disparó con láser a la alacena que contenía la intercomunicaciones eléctricas para desactivar la alarma. En ella, también encontraron un garrote y una gruesa cadena para atacar a los vigilantes en caso que fuese necesario. Maya se sostenía de los anaqueles la mujer, presionando su muñeca derecha para que soltara el láser. Ella reaccionó con rapidez y golpeó al hombre en los testículos. Sus movimientos dieron lugar a que el tercer guardia atacara a Maya para tener un buen rehén y desistieran de lo que pensaban.
Aunque la metamorfosis de ella se aniquilaba, durante su embarazo, no la convertía en un ser indefenso y sintió que la adrenalina fluía a través de toda su sangre con más brío, arrojó un golpe, en el cráneo, al cancerbero de su esposo.
Desconocía la astuta manera que tenía su compañera de defenderse: las artes marciales, la simbiosis perfecta entre espíritu y cuerpo. Un procedimiento adecuado, para el momento adecuado. Ambas comprendieron que no les resultaba difícil romper las reglas y comprender las consecuencias que los actos pueden originar.
Cuando encontraron a Tony su cara estaba contraída, los párpados negruzcos y una deshidratación evidente, mostraban claros indicios de tortura física y mental. Maya se arrodilló al lado de la cama, añorando con desesperación que él recuperara el conocimiento. Acarició los nudillos de sus manos y su rostro grisáceo por los golpes recibidos. Sandra hubiera preferido no observar aquello
La oficial de comando miró con atención la clave que automáticamente cambió al traspasar el cuarto de confinamiento. Cualquiera que ingresaba ilegalmente, se enfrentaba a la dificultad de activar la alarma láser, que detectaba la máquina con el aumento de calor corporal. Pensó, en todas las posibilidades computacionales que debían indicar los números para cruzar la puerta infrarroja&
- Digitalos, sin intervalos: 120604. Apresúrate o llegaran pronto. La señal, ya se transmitió al centro de comando.
Habían acordado casarse en el mes de Mayo, coincidiendo con las coordenadas que indicaban este mes de en la tierra y al nombre de Maya, que etimológicamente provenía de Maia, la diosa romana de la primavera y los cultivos y las celebraciones en honor a Flora, la diosa romana de las flores, alcanzaba su punto culminante el primero de mayo.
Soltaron las amarras que sostenían a Tony con un filudo cullillo que se desprendía del intercomunicador que llevaba cada alfano. Sostuvieron al hombre, entrelazando sus brazos en la espalda y torso.
El pasillo que conducía a la escalera, pareció interminable y con ello el resto de camino por recorrer. El ardid para llegar al lugar determinado fue una suerte de vencer obstáculos: cámaras, alarmas y detectores rodeaban Alpha.
IV
El alba recién comenzaba a despuntar y el planeta rojo se difuminaba entre los vidrios de la base con una cercanía impresionante, como una bola de fuego, desprendía llamas que reflejaban su impacto con mayor intensidad en las nuevas dependencias de Alpha. La nueva arquitectura, permitía dimensionar los cristales policromados y los vitrales, cuya decoración simulaba los paisajes y sitios turísticos que recordaban la lejana tierra, más aún, cuando los alphanos en sus momentos de descanso se colocaban los lentes tridemensionales y la virtualidad se hacía realidad con movimientos, sonidos, colores y la sensación de caminar, excursionar o acampar en el lugar escogido. "La catarata azul" era la más concurrida. El visor y una agradable voz femenina comunicaban la cantidad de visitantes que habían ingresado: "Bienvenido, viajero número 250", versaba la transmisora virtual y continuaba el monólogo: "Usted, está viajando por la singular catarata del Niág
Sandra, ingresó al Centro de comando, con su pensamiento en la fantástica tecnología que habían logrado los ingenieros, en especial Allan. Otra vez, su imaginación le había jugado una mala pasada.. Hace varios días que todo terminaba con la imagen del conocido alphano. Bastante dedicación, entregaba a su trabajo y era paradójico pensar que una mujer de otro planeta, había encontrado el amor, en un lugar que era tan propio de los seres humanos. Sólo minutos antes, corroboró que era cómplice de ese idilio, dejando al matrimonio en su departamento, sin que nadie sospechara de lo acontecido.
En el dormitorio, Maya, recostó a Tony en la cama de la pareja. Con cuidado, retiró la bata con la cual, vistieron a su esposo, antes de abandonar: "confinamiento". La prenda estaba manchada con la sangre del alphano, producto de los golpes y paliza, propinada por sus principales agresores: Tizillini y Picar. Los hematomas que cubrían su espalda, costillas y cadera eran de grandes proporciones.. Ella, decidió tomar las medidas necesarias. Primero aseguró las puertas de entrada , colocando otras claves, selló de forma automática la ventana del dormitorio de Antonia, quien había dormido en el compartimiento de los hijos de John y Helena; protegió la entrada, desde el baño, cubriendo con la reja vinílica el tragaluz que abarcaba, casi todo el techo del lugar. Luego, digitalizó la clave para abrir el anaquel que contenía los fármacos, leyó rápidamente: Monetrex, medicamento para presión, Zimbial, pómad
-Maya, ¿dónde estoy?- preguntó Tony, recobrando su inconsciencia y abriendo los ojos, que enfocaban con rapidez el mobiliario del cuarto.
-Sandra y yo te liberamos de "confinamiento". Estabas muy mal herido, ¡pero no me explico como te recuperaste tan rápido!- balbuceó con extrema lentitud, repasando bien las palabras que pronunciaba.¡Sólo, apliqué este líquido! Es lo más increíble que he visto...
-¿Qué es?- dijo Tony, acomodándose entre los cojines y almohadas.
Le entregó el envase, mientras empuñaba la gaza entre sus manos. Tony, asombrado, inquirió:
-¡¿De dónde sacaste esto?!-
-Cuando Shermeen presentó su exposición, Helena extrajo la savia de algunas plantas y me dio esta botella. "La hiedra del diablo", tiene efectos curativos- dijo. No la mezcles con nada, beba o inyecte la savia de la planta en caso de intoxicaciòn y consérvala. La mayoría de la gente ignora, los beneficios de este almácigo porque en la civilización, se conoce como "ciscus", un derivado de la "cicuta", veneno mortal que al ser ingerido, mata inmediatamente y así como sobreviene la muerte, también la vida-
-¡Dios, la solución, está aquí!- inquirió su interlocutor- claro, Shermeen sabe todo lo que Helena te explicó, por eso la quiere mezclar con el agua, pero no entiendo como la ingerí...¡claro en la reunión, ella ofreció un jugo con un sabor diferente. Su color, te pareció repulsivo y dijiste que no te sentías bien...ahora sé cual era el motivo, ¿sabes si me inyectaron, despuès de mi ataque?- Maya, respondiò afirmativamente y entonces èl se dio cuenta de còmo habìa actuado Shermeen.
- Vaya, esa chiquilla, sabe moverse, pero no me alejarà de ti- afirmò con suavidad. Luego, dirigió una mirada tierna a su esposa y ella a pesar, del tiempo que estaban juntos no podía dejar de ruborizarse. Sonrió levemente y sus ojos la delataron.
Tony, acarició su mano y acercó sus labios para besarla. Maya, se dejó llevar por la pasión. Tendidos en la cama, Tony comenzó a desabrochar el uniforme de ella y deslizar sus dedos, sintiendo la piel femenina. De pronto, Maya se incorporó y dijo:
-No es momento para esto...No es bueno el sexo cuando se está embarazada-
-¿¡Qué otra advertencia, viene el manual que yo no sepa!?- replicó, Tony con sarcasmo- sería bueno leer la letra chica, donde dice que no es malo cambiar de posición.
¿Por qué tienes un humor tan endemoniado?No niego, mis deseos, pero es difícil entenderte. ¡¿Estás seguro de que al beber ese brebaje, cambiaste tu genio o sólo fue una ayuda?!- recalcó, enfrentándolo.
Tony, se levantó de la cama y Maya observó con deleite el cuerpo que se desperazaba. Pareció, excitarla que él no contestara y se mostrara ante ella con una virilidad deslumbrante.
-Sólo tomara algunos minutos- pensó. Eso, también está en el manual- advirtió para sí misma, riéndose.
Se dirigió al baño, mientras Tony comenzaba a vestirse. Giró las llaves de la ducha y terminó lo que su esposo había comenzado. Desnuda se contempló, en el espejo y confirmó que tendría un varón. Las líneas, atigradas de su cara y cuerpo, comenzaban a desaparecer. Esto le sucedía a las mujeres psicones, cuando engendraban con otra especie y la criatura, tenía ínfimas posibilidades de poder tranformarse, como su madre y hermana. Sólo ella, lo había advertido y le agradaba.
El agua termal de la ducha le permitió relajarse. Tony, entendió que este llamado era para finalizar lo que comenzaron. Conocía bien las reacciones de Maya y esta era su manera, un poco de disculparse. Abrió la puerta del shower door y ella detuvo el agua. Él la acercó a su cuerpo, tomándola por la cintura.
-Mi propia hembra terrícola. Me dí cuenta...me maravillas día y noche- susurró al oído de su esposa. Maya, se inclinó hacia atrás y mostró sus senos. Sintió que la boca de Tony, besaba sus pezones y sus manos se deslizaban por todo su cuerpo, al mismo tiempo que lo cubría de besos. Ella, levantó sus piernas, entrelazándolas con las de él, quien la sostenía con fuerza. Gemidos y pasión eran uno solo. Maya, sintió la erección de su pareja. Ambos se detuvieron, empapados en sudor y jadeando. Él la miró con éxtasis, quizá nunca sus miradas se habían cruzado de esa manera La visión que tenía él, era hermosa, el cuerpo de su mujer se movía sensualmente. Se dirigieron a su dormitorio, mientras ella continuaba gimiendo; lentamente la colocó de espaldas y acarició su vientre. Tumbados en la cama, ella de rodillas, le permitió Tony, acariciar su clitorix. Extendió sus piernas y él vio su botoncito rosado perfectamente abierto. Una sensación extraña
-"relajate cariño. Eso es suave, suave, suave..."- le dijo.
Ella, apretó sus glúteos y Tony, deslizó sus piernas sobre las de Maya, colocándose en ancas. Las contracciones que su miembro, experimentaba con más rapidez, hicieron una deliciosa presión y sintió como se acercaba la eyaculación para vibrar en la culminación del acto, mientras la excitada fémina, respiraba con agitación. Leve y acompasadamente se detuvieron. Él la ayudó a girar y gandulear sobre su cuerpo, mientras rozaba su torso con el dedo. Con el cansancio del frenesí, cerraron sus ojos y dormitaron un momento. De pronto, Maya alzó su vista, dando un grito ahogado, al ver como surgía, la pequeña Antonia de un gracioso ratoncito.
¿mam..., pap... quieren-
Tony con la rapidez de un águila que alcanza su presa, llevó las sábanas de satín blanco, cubriendo los cuerpos para ocultar el pudor que sintieron. Se miraron, sin saber que decir o como responder.
-No es comùn tener una hija, que se transforma en animalitos- recalcó, Tony sin quitarle la mirada a su hija.
-Sabìas que podìa suceder- respondió, Maya, ciñiendo la sábana a sus senos.
Ambos humedecieron sus labios para refresacrse del calor.
-¡Bueno...!- dijieron al unísono.
-mam...peluche, dame...- balbuceò la niña.
Tony se levantò y le indicò que no era hora de jugar.La niña rompió a llorar y con el susto el niño, saltó en el vientre de Maya y con determinación, contradijo a su esposo:
-Pàsale su juguete- aseverò Maya
Antonia, se acurrucó en los pechos de su madre y la abrazó. Tony, cediò a la peticiòn.
El corte de luz, fue tan inesperado como la llegada que les dio su hija. En total penumbra había quedado el departamento. Las voces de los adultos intercambiaron su imposibilidad para distinguir, aún lo que les rodeaba en forma más cercana. Antonia, instintivamente se convirtió en un lobato, tan tierno como sagaz y saltó de la cama, dirigiéndose al tablero de emergencia eléctrica. Con el hocico abrió, la diminuta compuerta y con una de las patas delanteras, apretó el interruptor superior para activar la luz del cuarto principal. Ni un minuto más podrían perder, Tony, se vistió rápidamente al igual que la psicon.
-Debemos, actuar, antes de que sea demasiado tarde- exclamó.
-No podemos salir- prosiguió, Maya.
-¡¿Por qué?! - vociferó, Tony.
-Deja de gritar. Todo tiene solución-
-Escucho, tu explicación. No volveré a gritar, lo siento- prosiguió, Tony, pausadamente.
-Cambie las claves de acceso al departamento por miedo a que nos descubrieran. Recuerda que te sacamos sin autorización y tú, sabes que un corte en el funcionamiento eléctrico, fija los números y no se puede entrar, ni salir hasta que se haya reestablecido el suministro y no sabemos cuanto durara esto-
-¿Esa es tu solución? - le respondió Tony.
-Déjame, terminar ¡Tony! Temo por mi hija, por ti y la gente que quiero. Trato de hacerlo lo mejor que puedo.
La niña tironeaba a su madre de la falda y comenzò a transformarse, nuevamente transformarse, nuevamente en un roedor. Desapareciò por el conducto de la calefacción, tan ràpido como se presentò. Tony y Maya quedaron perplejos y ninguno reaccionò, frente al cambio de su hija.
Tony, comenzò a intervenir las claves, pero fue imposible. No podrìan, abandonar el departamento e impedir lo que tramaba Shermeen. Maya girò las llaves del lavamanos para humedecer una toalla y liberarse del sopor reinante, pero su intenciòn fracasò, al darse cuenta que no salìa agua.
-Tony, no hay una sola gota de agua. Dios, no quiero pensar que sucederà afuera! - gritò, desde el baño.
Tony, le pidiò alejarse y revisò los tubos del agua potable, ayudándose de una turca adaptable y con la luz de emergencia, proyectada sobre el dormitorio, desde el cuarto matrimonial. Las instalaciones de emergencia, hacia las otras dependencias, aùn no estaban conectadas. La ùnica manera de escapar era a travès del conducto de la calefacciòn que estaba apagado y el aire acondicionado sin funcionar. La calefacción, daba directamente al pasillo dos. Los pedestales intercomunicadores, mostraban sòlo en la pantalla: "Moon base Alpha".
Al llegar al final de su recorrido, Tony ayudò a su esposa a brincar desde la altura que se presentaba. Decidieron, caminar hacia la base principal en tinieblas, atravesando el tùnel de vidrio que unìa a los dos edificios. En la mitad de su camino, alguien asiò con brusquedad a Maya.
-Si quieres que tu esposa siga viviendo, debes obedecer todo lo que te diga. Esta pistola làser, apuntarà continuamente a su sien. No te despegarè la vista. . Puedes activar las luces de emergencia desde el exterior y dirigirte a la càpsula que esta lista para despegar. Shermeen, caminò cautelosa y candensiosamente. Con absoluta serenidad y sangre frìa, apuntaba a su enemiga. Cuando, Tony apresurò el paso, mirò fijamente a la, amendretada mujer. Aquel rostro sombrìo y demacrado no le apartaba la mirada, señalando con el làser hacia su cabeza para realizar un tiro perfecto. Maya no tenìa opciòn esta vez de escapar, pero si alcanzaba el vidrio que protegìa el ducto de la manguera a chorro, podrìa ejecutar su plan. Se contorsionò, fingiendo un dolor abdominal y golpeò a la mujer en las rodillas. Automàticamente, disparò el làser que rebotò en una de las paredes y se activò como un boomeran hacia la agresora. Ella, saltò en
-Baja el arma, Shermeen. Todo terminò- inquiriò con fuerza.
-No todo. El antìdoto lo tengo en mi poder y la mitad de Alpha està bajo los efectos del alucinògeno-
-Olvidaste un detalle. No te servirà de nada, la cantidad que tiene la botella. Necesitaràs extraer mucha savia para obtener el antìdoto- refutò Shermeen con aspereza.
-No tienes otra opciòn- indicò Maya, mostràndole la botella.
-Esa cantidad no sirve, nisiquiera para salvar a un ratòn. Helena te entregò sòlo una muestra y nadie asegura que puede tener efectos secundarios la hiedra que mezcle con el agua, convirtièndola en una pòsima mortal. Tu marido tiene un trato conmigo y no puede fallarme. Esta vez no. Claro el ya conocìa el brebaje. Para èl fue un elixir el dìa que lo bebiò.
-¡Càllate, maldita - gritò, Tony desde la pantalla. Eso le indicò a Shermeen que aùn podrìa actuar.
-¿Por què debo callarme? Dile que cuando arremetiste contra ella, la madrugada de anteayer, no olvidabas el acariciante sonido del agua que fluye cristalina, mientras me hacìas el amor y nombraste en èxtasis a la fuente como: las musas de la tentaciòn. Te dejaste seducir, bebiendo a nuestra salud, pero tan sòlo era savia que logrè procesarla como lìquido.
-Te has convertido en una monstrucidad, en una alimaña salvaje que no tiene compasiòn- Las manos de Tony, temblaron y Maya, dejò caer la botella, reventàndose en miles d e astillas vidriosas y punteagudas que agujerearon su corazn con la misma fuerza de la caìda. Su rostro se convulsionò y las làgrimas saltaron. La infedilidad no era fàcil de aceptar.
Maya, con la furia de un animal herido, golpeò a Shermeen. Ella cayò al suelo, tratando de cubrir su cara, pero siguiò pateando con una rabia irracional. Luego, la arrastrò, asièndola del pelo y lanzàndola contra la pared.
-¡Dime ¿dnde està la hiedra para extraer el antìdoto de la savia? De lo contrario te mato aquì mismo, aunque mi hija vea como asesino alimañas.
Tony, desde la pantalla observaba con estupor lo que sucedìa. La infedilidad era lo màs vejatorio y humillante que podrìa haber hecho. A pesar de que Shermeen estaba subyugada por Maya, sentìa como su mirada triunfante la torturaba y triunfaba. La psicon la obligò a incorporarse con el rostro cubierto de sangre. En ese momento, Tony regresò. Maya, comenzaba a albergar un odio profundo y abalanzò a la mujer, hacia èl, quizàs era una farsa muy bien planeada entre los dos. Se quedò allì, sin pronunciar palabra, mientras observaba como Shermeen era tironeada por Tony, a travès del pasillo que conducìa hacia el jardìn botànico. Los dos, convertidos en lejanas siluetas que no lograba distinguir bien, debido a las nuseas y mareos que sobrevinieron, terminaron por desaparecer al desvanecerse inexorablemente.
Tony, apretò con fuerza a Shermeen, mientras su làser la apuntaba, listo para matar. Ella comenzó a restregar su cuerpo sobre èl, sensualmente y acercarse, nuevamente a sus labios. Como un abismo magnético el respondió a sus caricias, aun no entendía la atracción que ejercía la muchacha en él. Un suave susurro, la hizo màs apetecible y en ese momento de debilidad, Shermeen con agilidad tomò el arma y girò para darle en la boca del estómago. La ira volviò a apoderarse de èl, sintiendo los efectos incontrolables que ejercìa la pòcima. Le doblò el cuello y sostuvo su mandíbula.
-Ahora, dime ¿cuàl es la hiedra?- masculló con indignación.
-La que se encuentra en el pedestal que rodea a tu musa: Afrodita-
Para llegar a ella, debìan encaramarse sobre el armazòn de la pileta y extraer la savia. Tony, le ordenò que sacara las agujas y extrajiera el lìquido. Ella se afirmò en las intrincadas figuras que decoraban la pileta y empezò su trabajo. Varios minutos le llevò, verter la savia en los tubos de ensayo, tràs la mirada inquisidora y malèfica que Tony mostraba. Colocò el antídoto en una caja de vidrio y se los entregò. Èl la obligò a permanecer de rodillas en el suelo y esposò sus manos a una de las columnas que rodeaban las efigies de la fuente.
Saliò del centro recreativo y subiò al tùnel para ir directamente al centro a la secciòn de abastecimiento. Al bajar cerca del comando central, encontrò un panorama desolador. Sus compañeros y amigos, yacìan tirados por los pasillos de la base, el veneno habìa hecho su efecto y corrìa contra el tiempo. Atravesò, a travès de ellos con un película de sudor en su frente y cuerpo tembloroso. Poco a poco, dio de beber la amarga savia a cada uno. La reacción, fue casi inmediata, somnolientos y aletargados comenzaron a levantarse. Helena, dirigiò su mirada y pronunciò con cierta incoherencia:
-gracias a Dios, Tony, pensé que todo habìa terminado-
Juntos, examinaron al resto y llevaron a los màs graves a confinamiento, pues esperaban las peores consecuencias. John le sugirió a su amigo que tomara un descanso, mientras le servìan la cena. Nadie, parecìa preocuparse por Maya, en el torbellino que se habìa convertido el lugar y permanecer con Tony, Sandra y Allan no advirtieron màs allà de lo evidente: el hombre estaba en shock, producto de la tragedia que èl mismo habìa desatado. Sus ojos fijos, sus facciones convulsionadas y grotescas, lo atribuyeron a los hechos que enfrentò.
Dìas, después todo volvió a la normalidad. Shermeen fue encerrada en la celda de màxima seguridad, hasta analizar su estado mental. Un hecho lamentable, nos embarga de tristeza, Tony sigue alucinado e ido de este mundo. Maya y Antonia han desaparecido. La cápsula que despegò sin autorización, creemos las transportaba hacia el infinito y nos hemos alejado del planeta rojo, inexplicablemente. El cerebro humano, un verdadero enigma que queda por descubrir, quizà nuestra joven botànica nos atraìa hacia èl. Amor y odio, destruyen o salvan vidas- fin del mensaje.
La computadora lo registrò y Helena abandonò el centro mèdico.
This is the first story in the "Hiedra" series. Next story
Copyright (c) 2004. Reprinted with permission.
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